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Diario.

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Cada dia un pensamiento liberado...

jueves, 1 de diciembre de 2011

-Recuerdo-



(dibujos por Juan Antonio pedraza *okami acrilico*)

-¿es esto sangre?- me inclino levantando mi cuerpo del frio respaldo de una bañera, resbalando mis dedos por el filo de esta, hasta encontrarme de pie inmóvil en medio de ella, mirando hacia abajo, un agua roja, espesa apenas transparente, los dedos de mis pies se mueven debajo, pero no consigo verlos, y mis vellos se erizan al sentir un fino hilo de aire hielo que no consigo ubicar.
Deslizo una de mis piernas por encima de la bañera hasta el suelo del baño, saliendo completamente de ella, mirando el reflejo de una imagen frente a un espejo, completamente desnuda, las gotas de sangre agua se deslizan por todo mi cuerpo teñido de rojo, buscando en el espejo las marcas de unas heridas que no están.
*te gusta el calor cuando el invierno se acerca?*, una gota de agua pintada de rojo que resbala desde mi muslo por mi rodilla hasta el charco que rodea mi cuerpo me ha devuelto a una realidad pasada que no recordaba, y miro fijamente a alguien que no significa nada, sentada en una silla de madera con patas de tubo hierro que chirrian sobre el suelo, con sus intentos inútiles de huir.
Mi carcajada la hace parar en seco, y sus manos atadas a cada lado de sus caderas con una gruesa cuerda dejan de dañar sus muñecas *te he preguntado si te gusta el calor* grito frente a su cara, que intenta apartar de la mia sin conseguirlo, desearía ver sus ojos en estos momentos, pero una venda mojada en alcohol me lo impide, dejo caer mi cabeza sobre sus muslos, negando y sonriendo sin poder evitarlo, el olor de su sexo llega hasta mi nariz y sus gemidos de doloroso escozor se van apagando, el efecto del alcohol va pasando *sigues sin contestar*
*el calor es hogar en invierno* escucho entre parcos gemidos con una respiración algo mas que agitada, *hogar?*, me pregunto casi para mi misma levantándome de un solo movimiento, levantando su falda mientras acaricio con mis dedos el interior de su muslo hasta llegar a su sexo, rajando de una vez la falda por el centro que cae a cada lado de su propio cuerpo, cubriendo sus manos atadas.
La miro fijamente de pie frente a ella acariciando con la yema de mis dedos el mechero , encendiéndolo y prendiendo una pequeña antorcha de mano que deslizo por su delicada piel escuchando sus gritos cada vez mas y mas fuertes *es esto calor de hogar?* pregunto dibujando con la antorcha una C sobre su muslo * es esto calor de hogar?* pregunto mientras rio sin dejar de escuchar sus gritos (su piel rosada tornándose color sangre frente a mis ojos, comiéndose poco a poco la primera capa de piel que nos cubre y protege el cuerpo)
Dejando caer la antorcha al suelo apagándola con la suela de mi zapato,*te ha gustado el único calor que te voy a dejar sentir?*, susurro cerca de su oído haciendo círculos con uno de mis dedos alrededor de la herida de su pierna.
Rodeando paso a paso su cuerpo hasta encontrarme detrás de su espalda, que acaricio con una de mis manos por debajo de su camiseta, clavo mis rodillas en el suelo y mis ojos en la pared frente a mi, (la justicia nos hara libres) leo sonriendo bajando la mirada, *es esto justo?* pregunto metiendo mis dedos dentro de su cabello dejándolo caer mechon a mechon sobre su cuello, *es justo?, pregunto de nuevo tirando fuertemente de el haciendo que su cuello se incline hacia atrás, sin obtener respuesta *pronto seras ajusticiada* rio quitándole la venda de los ojos, sacando una navaja de la parte trasera de mi pantalón vaquero.
*creer en la justicia no te hara libre* grito obligándola a leer su propio cartel, acariciando con el filo de la navaja su cuello, uno de sus hombros, su pecho hasta llegar a su estomago, rajando la camiseta.
*seria libre si no creyera en ella?* escucho ahogadamente mientras acaricio con mi otra mano la parte de atrás de sus espalda su trasero, y meto mi mano dentro de la falda hasta llegar a tocar su sexo por encima de su ropa interior.
Ahora puedo ver sus ojos fijos en los mios y no puedo evitar reir, *libre?, nunca seras libre* digo acariciando ahora su sexo por encima de la ropa interior, apartándolas y metiendo uno de mis dedos dentro de su sexo con tanta fuerza que noto como su cuerpo se retrae, soltando un gemido entre el placer y el dolor, *lo siento estas condenada* susurro a su oído mientras la masturbo y clavo mi navaja en su estomago con tanta fuerza como antes hice con mi dedo en su sexo, moviendo ambos a la misma vez, provocando en ella dolor y placer a la misma vez, dejando que su cuerpo se desangre mientras llega a un orgasmo casi cerca de la muerte.
Escucho sus últimos gemidos de doloroso placer cerca de mi oído que casi me hacen chillar a mi también, y saco mis dedos de dentro de su cuerpo, mirando mis manos llenas de sangre, y un charco purpura, espeso, que aun gotea desde la silla, que rodea el cuerpo de ambas y vuelvo de pronto a estar delante del espejo del baño desnuda cubierta de la sangre de ella, recordándolo y comprendiéndolo todo con una amplia sonrisa en mis labios…

Cristobalina Poe










Juan Antonio Pedraza
*Arrastrando sentimientos*

sábado, 5 de noviembre de 2011

campamento



-Gracias acrilico-

-nunca debí traer la katana al campamento- pensaba sentada en la cama de la habitación, rodeada de mis compañeros, ruido, risas, bullicio, demasiado escándalo del que soy capaz de abstraerme un par de minutos metida en mis propios pensamientos –esta fría- susurro tan bajo que casi entorpece los latidos de mi corazón, acariciando el filo romo de la katana, sintiendo como mis vellos se erizan no solo por el frio, si no por el entusiasmo de tenerla grande entre mis manos, bajando mis dedos hasta el filo tan afilado que veo caer un par de gotas de sangre al suelo que arrastro con la suela de mis zapatos –nunca debí traer mi katana- seguía pensando al levantarme y escuchar de fondo solo el chirriar de los muelles del colchón de la cama, arrastrando el filo de la hoja por toda la habitación solo fijando mi vista en un punto, un camino rojo intenso que va desde mi mano bajando por la empuñadura, la hoja hasta llegar al suelo.
Ya no hay ruido dentro de mí, todo se ha parado a mi alrededor, mi mano gira el pomo de la puerta y siento como el frio corta mi cara.
-¿nadie?- es una pregunta contestada con silencio y con el ruido de las hojas secas al caer sobre las piedras del suelo, la hoja afilada sigue arrastrándose mientras camino, haciendo un chirrioso ruido que me recuerda al roce del tren sobre sus propias vías, hasta encontrarse en la mitad de este lugar que intenta sin conseguirlo asemejarse a un campo libre, donde alguien puede huir cuando quiera –no es más que otra cárcel- grito dejando caer una de mis manos sobre mi propia rodilla, agarrando la empuñadura de la katana con más fuerza, clavando las uñas de mis dedos en mi propia piel, las hojas secas crujen bajo mis pies –¿bajo mis pies?- pienso notando como mi respiración se vuelve cada vez más acelerada, apenas puedo respirar, percatándome de que solo hay arena debajo de mí, me giro y –no debí traer la katana conmigo- digo por primera vez en voz alta con las rodillas clavadas en el suelo, clavando la mirada en la sangre que baja hasta mis pantalones en forma de rio rojo intenso, burbujeante, apretado, demasiado lento, paso mis dedos sobre ella mojando solo la yema de ellos, hasta tocar a uno de mis compañeros –cuál era su nombre?, no soy capaz de recordarlo- pienso acercando mis ojos hasta los suyos ahora perdidos y sin vida, acaricio su herida, una larga línea que traspasa su pecho, -nunca debí de traer mi katana conmigo-

Cristobalina poe

*Arrastrando sentimientos*

miércoles, 2 de noviembre de 2011

-sorpresa-

Empujaba su cabeza bajo el agua,burbujas,bruma de cristal liquido, en una bañera rebosante, que mojaba mis rodillas desnudas y resbaladizas sobre el suelo, con la mirada fija y la mente perdida en la fina línea rojo intenso que se deshacía en el agua desapareciendo, la podía ver salir de la boca de aquella cabeza que aguantaba entre mis dedos, fuertes y fríos, agarrando sin piedad de corazón ,su pelo hasta casi arrancarlo, y la levante con inercia acercándola a mi inexpresivo rostro…*¿tu?*...pregunte mirándola ahora con los ojos muy abiertos y sorprendidos, escuchando como aspiraba hasta la última gota de aire del baño…*sonreí*…no pude evitarlo…y la deje caer contra el suelo escuchando como expiraba su ultimo halo de vida…-no me importaba-

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-el caramelo de un niño-

*¿rojo?*…*¿Por qué fluye color rojo entre mis dedos?*…-no me disgusta este color-sonreía con el pensamiento aun en mi mente…levante la cabeza y vi la imagen reflejada sobre…*¿es un espejo?*….me pregunte….-hay un poco de rojo sobre mis labios….carcajee levemente…*¿este sabor férreo es sangre?*…comprobé que efectivamente la figura que se reflejaba en el espejo era yo…mis labios se movían en una amplia sonrisa al notar el sabor de la sangre bajando por mi garganta y el reflejo se movía a la par… *¿Qué hace un diente en la palma de mi mano?*…lamí mi dentadura y comprobé que no faltaba ninguno…lo deje caer al suelo….y vi ilusionada con un cuerpo yacía cerca de mis rodillas…con el cráneo hecho pedazos…metí uno de mis dedos dentro de su boca sin pensar y arranque uno de sus dientes…echándolo dentro de mi boca para lamerlo como si fuera un caramelo…..-el canibalismo esta cerca pequeña- pensé mientras reía…sentándome con las piernas cruzadas delante de el acariciando su cráneo abierto en mil pedazos…

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-moriras sin poder pelear-

*puedo verte* y el sonido de un violín de fondo clavado en el techo de la pared, siento una suave caricia en los dedos de mi mano –grito fuertemente- *¿y mi voz?*, una de mis uñas se desprenden completamente de mi dedo, llevándose gran parte de piel, sangre, y un liquido amarillento que veo volar junto con ella por encima de mi hasta posarse en mi estomago, siento un escalofrío que me recorre todo el cuerpo y mis entrañas sorprendidas, pero las facciones de mi cara están impasibles a todo lo que sucede alrededor, -¡tu!- pienso creo que la miro fijamente aunque mi iris no se mueve de sitio -¿estoy respirando?- me pregunto por un segundo antes de escuchar muy dentro de mi un latido, leve casi inexistente, tranquilizador (que me resulta gracioso solo por la propia palabra que retumba en mi cabeza aun sin poder moverme), un bisturí recorre mi tronco de lado a lado, tocando mis hombros, de arriba hacia abajo acariciando con su fino dolor mi cuello y mi ombligo, una gota de lagrima se agolpa en una de las esquinas de mi ojo y se deja caer hasta el suelo plástico, que noto caliente y sudoroso, mi cuerpo no reacciona, no se mueve, apaga sus gritos muy dentro de mi y solo deja salir ahogadas y cortas respiraciones inútiles, la sangre se agolpa en mi garganta y escucho desesperado el gorgoteo de mi propia respiración que hace burbujas de sangre –me estoy asfixiando sin remedio-, y de pronto la sangre baja, con un suave y acolchado almohadón sobre mi nuca, -siempre pensé que los medicamentos deberían ayudar- la escucho decir, fueron sus palabras mientras bajaba el frio y afilado bisturí hasta mi sexo acariciándolo casi con dulzura –era el principio de mi propia masacre iba a ser un sufrido espectador de mi propia muerte, y no podría hacer nada para impedirlo, mas que mirar atentamente-

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-¿que puedo ser?-

No puedo dejar de cantar…-soy una taza, una tetera,soy un…- *carcajeo*…y tiro de ti…-estas dejando una línea roja, humeda y espesa en mi alfombra persa a rallas negra y blanca*…dejo caer tu pie con fuerza por el tobillo que golpea el suelo…me siento a horcajadas encima de ti y sigo cantando con los brazos en jarra y notando dolor en la voz…*soy una taza, una tetera, un plato hondo, un pato llano…* - mmmm me gustan tus ojos frios sin vida- mis dedos acarician tus parpados que se han quedado abiertos, -nunca he- pienso..-no nunca- me acerco lentamente y acaricio con la punta de mi lengua el iris de tu ojo…liquido espeso y salino…me estremezco y te miro con el ceño fruncido –no sabes nada bien- acerco mi nariz a tu garganta *azmizcle*…-no me gusta ver tu corbata deshecha- susurro mientras canto y coloco el nudo en su lugar…siento la sangre mojar mis piernas desnudas encima de ti…*sonrio* y me levanto dejando caer las gotas de sangre desde mis muslos hasta tus manos tendídas sobre el suelo…-tarareo- ¿ no te encanta esta canción querido hermano?,…PUEDO SER CUALQUIER COSA…-*RIO*…acariciando la empuñadura del hacha de madera…justo detrás de mi…-es tan aspera…ojala pudieras sentirlo-…digo justo antes de ver el hacha clavado en el parque de madera y su tobillo lascerado en mi mano… -deja de mirarme asi, acaso no puedo tener lo que merezco- es un pensamiento entre canciones…no puedo hablar uno de sus tendones me pierde completamente en el verdadero sabor de lo que me importa…*nisiquiera cabes en una maleta que puedo hacer contigo*…pienso apoyada sobre la pared...

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-una pesadilla para comenzar el dia-

Miraba la calle casi vacía…a mi alrededor solo había oscuridad y frio que sentía bajo mi piel tocando mis huesos…miraba extrañada la majestuosidad de los coches color azul intenso…brillantes que a pesar de la noche cerrada…deslumbraban a mis retinas como si el sol increpara directamente sobre el color de su perfecto capo…una única fila…de un único tipo de coche…en una única zona de la calle…un escalofrió recorrió mi cuerpo sin motivo aparente…mi cuerpo empezó a caminar hacia atrás movido por sus propios pies…llamados por nadie…el sonido de los pasos de lo desconocido llegaban desde mis odios hasta el retumbar de mi corazón…y miraba ahora sin moverme del lugar en mitad de la calle…como los dueños (de mirada perdida y cruel…piel pálida con tonos verde… grandes manos cuarteadas…y sonrisa cosida a la piel de su cara…) de aquellos subían uno a uno a su lugar…hasta clavar sus ojos en mi…mi espalda toco el suelo...y mis manos rozaron el asfalto frio y mojado por la lluvia que había anticipado…con los ojos clavados en uno de ellos…de cabello negro..alborotado...atado en una cola…que pasaba una de sus manos por la fina puerta…se acercaba a mi lentamente hasta que mi cuerpo se giro y corrió instintivamente a una casa justo a mi espalda (mas tarde sabría que sería la casa de un familiar *mi tío*) …cerrando de un portazo…me alejaba de la puerta mirando fijamente tras el cristal como él se acercaba seguido de los demás…girando la manilla de la puerta como si esta simplemente hubiera decidido hacerle caso…mire una de mis manos…y pude ver en ella un estoque…y a mi tío detrás de mi…la casa se hacía más conocida a mi memoria con cada paso hacia atrás y con el movimiento del estoque frente a ellos…el tiempo empezaba a ralentizarse y lo clave traspasando su piel como si fuera mantequilla justo en mitad del centro de su cuerpo…miraba su sonrisa que no desparecía y su cuerpo caer delante de mi tirando del estoque hacia arriba..casi podía notar como su piel se rasgaba…mire como mi tío aplasto la cabeza del segundo que se acerco con un martillo…sabia que no hubo pensamiento alrespecto…solo un movimiento de brazo hacia el…y su cabeza quedo con un agujero del tamaño de una pelota de beisbol….
una patada y cayo al suelo dejando el suelo manchado de sangre que casi nos hizo resbalar…sonreía sin pretenderlo al ultimo que se acercaba a nosotros mientras caminábamos hacia la cocina por el pasillo de espaldas…y cai al suelo al resbalarme con la sangre que aun goteaba del estoque que yo hacia girar en mi mano…*quien eres tu* pregunte para mi misma…mientras se acercaba a mi tio..lo vi pasar a cámara lenta…y vi como clavaba una hoja metalica fina y puntiaguda de acero desde su boca por toda su cara hasta que salió por la parte de arriba de tu cabeza…cayo al suelo en un charco de su propia sangre y babas…*porque yo?* solo acerto a decir en un ultimo aliento…*deberías haber corrido* dije yo antes de verlo morir aun sentada en el suelo con el estoque entre mis piernas…mirando fijamente a los ojos del que…quería mi muerte sin saber porque y despertar…

Cristobalina poe

*Arrastrando sentimientos*

-Hielo-

Estoy picando, granizado, granizado color rojo, directamente de tu estomago abierto, sacado del congelador.
Se agrieta, se mezcla con el agua fría hielo y el picador se hunde hasta tocar la dureza de tu columna vertebral.
¡oh vaya! *carcajeo* ¡ creo que la he agujereado!
¡lo siento! Le miro, *me encojo de hombros* -eres un frio cadáver encima de mi mesita nueva de comedor-
Te beso dulcemente en los labios, agrietados y ensangrentados, mientras mi dedo se desliza dentro del agujero que te acabo de hacer.
¡eres tan accesible!
*mi risa resuena por toda la habitación*

Cristobalina poe

*Arrastrando sentimientos*

-Dia de juegos-

Día de juegos
¿A que estas jugando?...¿puedo jugar contigo…?*pregunte sin entender aun el significado real de esas palabras*…-no lo se tendré que explicarte las reglas-…escuche decir a una voz cálida que a la vez me hizo sentir un escalofrió-no hay reglas-…¿sin reglas?...sonreí aliviada…las reglas no era algo que manejara bien…clavaba mis ojos en el suelo mientras mis pasos se dirigían hacia el lugar de “juegos”…y un gato se movía insistentemente dentro de una jaula para loros…(yo permanecía seria y mis ojos no podía dejar de mirarlo…¿acaso había desvelado la cara de mi acompañante?...no me importaba...) mi atención se centraba completamente en esa jaula metálica…pequeña…color gris…y en las lamentaciones echas maullidos ensordecedores de aquel gato mientras aquel chico sin nombre le propinaba todo tipo de patadas e insultos….*no querías jugar?* escuche decir mientras las pupilas de mis ojos cubrían gran parte de mi iris…-puedo?-…*claro?* contesto entre sonrisas irónicas que no pasaban desapercibidas para mi….caí de rodillas sobre el asfalto y abrí la puerta metálica… sacando el animal de la jaula….note como sus uñas se clavaban en mi piel rasgándola…pero mis manos lo agarraban con más fuerza al sentir el dolor…y lo empuje contra la cera…dejando caer cada una de mis rodillas sobre sus patas huesudas…y estirando su pequeño cuerpo cansado con mi otra mano sobre la cera…miraba fijamente sus vagos intentos de moverse…y sus maullidos cada vez mas fuertes…y mi sonrisa se acentuaba sobre mi cara…sacando una navaja del bolsillo de mi pantalón…rajando su estomago desde el cuello hasta su cola….haciendo un bonito zigzag entre los pezones de sus tetas…solté una carcajada al ver como el chico corría calle abajo…*ya no quieres jugar?* grite mientras lo veía correr…

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-sin lugar para descansar-

Se desperto entre llamas…efectivamente había muerto…no estaba en el cielo…nisiquiera sabia si eso era el infierno…solo sentía que su piel se derretía a cada paso…intento parar pero el calor era aun mas intenso…y a pesar de la luz cegadora que desprendian las llamas de su propio cuerpo no podía ver nada…se toco la cara y efectivamente no tenia ojos…podía meter los dedos dentro de las cuencas vacias de su rostro…y que ironia de la –no vida- lagrimas de sangre empezaron a caer hasta llegar a lo que imaginaba “suelo”…escuchaba crack…crack…crack…mientras caminaba rodeado de llamas cada vez mas altas…y sentía como su piel caia derretida por sus brazos y sus piernas como si fuera el mismo una vela gigante…dejando al descubierto el hilo venoso de su cuerpo…y de pronto….su camino se detuvo…al sentir que ahora el mismo era el camino de otros…-el zumbido de un mosquito lo despertó y recordó….* Deseo que después de que mueras,no haya para ti un lugar.*…la piel se erizo y todo se torno oscuro en la habitación…

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

-frente a frente-

Abre los ojos…-que gran pelicula-…susurre justo delante de ti… antes de que los abrieras y sintieras el intenso dolor en tus muñecas…(mis pies se elevaban sobre el suelo sin tocarlo…intente acariciarlo con la yema de mis dedos inútilmente…y su voz dulce llegaba hasta mi deslumbrando mis ojos al abrirlos…sentía una humedad caliente bajar por la cadera hasta mi rodilla…-plas..plas…plas..- me volvia loca el goteo incesante del no saber que…y ella justo delante me helaba la…) siempre me ha encantado caminar descalza sobre el suelo de hormigón mojado…-un par de pasos mas ,hasta llegar al espejo-*te gusta mirarte?*…rio dejándolo delante de ti…(sangre?...-las lagrimas se apoderan de mi- emborronando el cosido que va desde mi ombligo hasta mas alla de mis pechos…-siento como las costuras se abren con cada bocanada de aire…pero donde esta el dolor?...)…acaricio el frio cristal del espejo…-bonito verdad?-cristales rotos sobre el suelo…y la droga empieza a bajar en forma de orina hasta hacer un charco amarillo justo debajo de ti…-tus alaridos son un sueño para mi-

Cristobalina poe...

*Arrastrando sentimientos*

confesiones

*Arrastrando sentimientos*


Se ataba el cordón de la bota con la rodilla en el asfalto…mirando el suelo de una ciudad absolutamente desconocida para el…no llevaba apenas nada…mochila..y una cartera…y sobre su espalda de pronto la caricia de una amiga que lo acompañaba…sentía las rodillas de ella sobre sus costados clavándose dolorosa pero dulcemente y sus manos se deslizaban por los muslos de ella al levantarse impidiendo que ella callera al suelo…levantándola sobre su espalda….traspasando el limite de lo prohibido con sus dedos por debajo de la falda a atablas de ella hasta tocar el filo rizado y cansado de ver en el autobús…color lila de unas braguitas casi infantiles…*prohibido*…dice ella mientras ríe susurrándoselo a su oído acariciando los hombros de el con sus dedos…mirando fijamente ensimismada el edificio que se alza majestuoso delante de ella..(nunca había sido demasiado creyente, pero deshonrar lo que por sociedad es sagrado y prohibido le parecía sumamente interesante)…Priscila hacia una señal con su dedo por delante de la cara de su amigo sin dejar de mirar fijamente…sin decir ni una sola palabra…Marcelo la miraba de reojo fijamente con una risa irónica sobre sus labios…-M- *quieres ir a la iglesia?...acaso quieres rezar?*…pregunta entre risas caminando aun con ella en brazos hacia allí…

-P- *soy una pecadora y quiero liberarme*…dice haciendo movimientos encima de la espalda de Marcelo hasta conseguir bajarse de ella…acariciando desde sus hombros hasta su pecho con su mano mirándolo fijamente corriendo subiendo las escaleras hasta estar frente a la puerta…

(son las siete de la tarde…y la iglesia se encuentra solitaria…vacía de gente…apenas hay algunas luces encendidas sobre los pilares centrales y el silencio prevalece sobre todo lo demás)

Priscila acaricia la enorme puerta de madera justo antes de entrar…mirando de reojo a Marcelo que la sigue ya de cerca….caminando por uno de los laterales de la iglesia…la luz es muy escasa pero puede ver que todo está muy decorado…grandes ramos de flores que adornan cada esquina de los bancos..y las velas aunque no encendidas están estratégicamente ordenadas….acaricia una de los bancos…mirando unas pequeñas cartulinas que se reparten en filas por todos los bancos *eucaristía*…lee en grandes letras rojas… en susurros que aun así retumba por toda la iglesia haciendo que ella misma levante la vista….

Priscila se gira encontrándose de frente con Marcelo que la sigue sin comprender nada y la mira con ojos confundidos sin entender que hacen allí…
-P- *es el momento de limpiar nuestros pecados* dice mirándolo fijamente con una pequeña sonrisa sobre sus labios acariciando con uno de sus dedos la piel de Marcelo justo por encima del pantalón con una de sus manos dentro de su camiseta…empujándolo suavemente sobre el banco….sentándose ella a horcajadas encima… (puede ver desde donde está el enorme pasillo lleno de bancos a cada lado…y la enorme salida de madera al final….con una cruz de madera encima)… sus ojos bajan de nuevo hasta Marcelo…mirándolo sin reparos aun confundido pero entregado..acariciando con sus manos los muslos de ella suaves y absolutamente blancos y delicados…

Marcelo siente el calor crecer debajo de su pantalón y sube sus manos por la espalda de Priscila acariciándola con la yema de sus dedos notando la rugosidad de la camiseta y la suavidad de la piel de ella incluso a través de la fina camiseta casi transparente…quitando los broches del sujetador a través de la camiseta… -Marcelo- *dios me va a condenar y será tu culpa*… (los ojos de Marcelo se clavan en el Cristo sobre la pared …repasando casi mentalmente el pulpito y la mesa que hay justo delante de él y que sus ojos apenas alcanzan a ver por la poca luz) dice escuchando los pasos de alguien que se acerca a esa misma mesa desde el camarín…
Marcelo agarra a Priscila por los muslos con uno de sus brazos…tapándole la boca con su otra mano….empujándola hasta el confesionario que hay justo a su lado sobre la pared…cerrando la pequeña puerta que solo llega hasta sus caderas y la cortina color verde que tapara el resto de sus acciones…

Priscila muerde la mano de Marcelo con fuerza riendo mirándolo fijamente… *si me tapas la boca no podre decirte mis pecados* dice justo cuando Marcelo acierta dolorido a soltarla….besándola bruscamente los labios y mordiéndola el labio inferior después tirando de él haciendo que gotee la sangre por su fina e impoluta camiseta blanca….

Priscila se sienta sobre la silla de madera del pequeño confesionario..mirando de una lado a otro…mirando después a Marcelo… ahora seriamente…. Lamiendo su herida sin decir nada… -M- *aquí las pecadoras no pueden hablar*…dice susurrando escuchando una fila de pasos a su alrededor ( el olor de las velas y el incienso llega hasta ellos…y pueden notar como la iluminación empieza a subir…los ojos de Marcelo miran a través de la pequeña cortina –las ocho- puede escuchar en el reloj de alguien que se sienta en un banco tan cerca de ellos que casi puede distinguir el olor de su colonia….observando como la iglesia se llena de gente que se sientan absolutamente arregladas)….

-P- *tenemos compañía?* dice tirando de la camiseta de el…haciendo que Marcelo caiga hacia ella que lame aun con sangre sobre sus labios su mejilla tiñéndola un poco de rojo… Marcelo la mira con oscuridad en sus ojos…y se sienta encima de ella…tapándole la boca de nuevo…mordiendo con fuerza su cuello…tan fuerte que deja una marca clara de sus dientes al instante… -M- *eso parece* dice metiendo su mano aun sentado encima de ella por debajo de su falda apartando con sus dedos las braguitas que no deja de pensar le resultan tan infantiles… metiendo sin espera dos de sus dedos dentro de ella..Priscila se intenta mover sobre la silla sin conseguirlo con el peso de él encima…y gime sobre los dedos de la otra mano de el…apagando el gemido sobre su mano…al notar los dedos de el dentro de su sexo…Marcelo los mueve lentamente dentro de ella…sin sacarlos….notando el calor…la humedad y la rugosidad moviéndolos ahora con más fuerza metiendo otro dedo mas…casi con brusquedad….Priscila empuja su cuerpo un poco hacia atrás..notando el dedo absolutamente dentro de ella…dejándose ir después en el placer que estos le causan….agarrando con fuerza los hombros de él….

(pueden escuchar los pasos de la gente acercarse a los bancos para sentarse…y el olor del incienso que se hace más intenso en sus gargantas… el bullicio de la gente mientras camina para y solo pueden escuchar de pronto el silencio que es roto por los rezos de una voz delicada y masculina algo alejada desde donde están)
Priscila clava con fuerza sus uñas sobre los hombros de Marcelo que muerde con fuerza su labio inferior intentando no gritar…esbozando una sonrisa al imaginar la escena que se ofrece fuera de donde están… -M- *mira hasta donde me has traído* dice acercándose al odio de Priscila susurrándoselo casi en silencio en su oído…lamiendo después su lóbulo sin dejar de mover los dedos dentro de ella ahora aumentando el ritmo… -P- *tu siempre me sigues, eso no es culpa del diablo es culpa de dios*…dice entre gemidos aun con la mano de él sobre su boca que ahora la aprieta con menos fuerza….

Priscila acaricia mientras araña el brazo aun cubierto con la camiseta de mangas cortas de Marcelo hasta llegar a su brazo desnudo… apartando con su propia mano mientras lo mira fijamente la mano de el de su boca…dando un espasmo al hacerlo al sentir los dedos de el tan dentro de ella que el placer le recorre todo su cuerpo…agarrándose con ambas manos a los laterales de la silla que agarra con fuerza….sin poder reprimir un gemido que Marcelo apaga con un beso bruscamente mirándola mientras lo hace…
Priscila sube sus manos desde los laterales de la silla por las piernas de Marcelo hasta encontrarse con los botones de sus pantalones que desabrocha lentamente… ( escuchan como una pareja conversa y se apoyan justo a su lado en el confesionario al parecer sin encontrar un hueco en los asientos de la iglesia…la cortina se mueve con los ventiladores que han encendido para sofocar el calor y ella puede ver por una de las ranuras que se abre al moverse la cortina…uno de los bancos al completo lleno de gente con pequeñas velas encendidas que rezan en silencio )
Los dedos de Priscila desabrochan los botones de los pantalones de Marcelo aun sentado sobre las piernas de ella y notando los dedos dentro ella….metiendo sus manos dentro de sus pantalones y de su ropa interior…Marcelo ríe descarada y silenciosamente mirándola levantándose de sus piernas quedando su sexo a la altura de la boca de ella… sacando sus dedos de dentro de ella que lame lentamente…
( escuchan una canción que empieza entonando una sola persona y siguiendo el resto…notando las palmas de la pareja que está a su lado casi dentro del confesionario…)
Priscila baja con dos de sus dedos los vaqueros de Marcelo por debajo de su trasero junto con su ropa interior…mirando fijamente su sexo sonriendo mirándolo después a él… acariciándolo con la yema de sus dedos mirando al frente por la fina línea que se dibuja entre la pared de madera del confesionario y la tela verde que los esconde del resto… observa sorprendida pero encantada como un joven los ha descubierto desde el único banco que puede ver …. El joven la mira ensimismado y Priscila pasa uno de sus dedos por sus labios en gesto de silencio sonriéndole picaronamente…deslizando su dedo por sus labios… hasta volver a tenerlo de nuevo sobre el sexo de Marcelo… el joven simplemente asiente mirando al frente y de nuevo hacia ella…
Su lengua acaricia el sexo de Marcelo solo con la punta…dando suaves rodeos por ella… sin dejar de masajearla con su mano… acariciando con su otra mano el interior de los muslos de él… arañándolos delicadamente… y sus dientes se deslizan por el tronco de su sexo con suavidad… mirándolo de reojo a él… que la empuja con su mano obligándola a meterse el sexo dentro de su boca… -M- *dejemos el juego* dice con la mano de él sobre la nuca de ella…echando su cabeza hacia atrás notando su propio sexo ya dentro de la boca de ella…caliente… Priscila juega con el sexo de él dentro de su boca…tragando la saliva que no deja caer….y su lengua se mueve lamiéndolo sin descanso…apretando sus labios alrededor del sexo de él y dejando que su lengua lo lama al completo sacándolo y metiéndolo dentro de su boca…notando casi como roza su garganta junto con el incienso…mirando fijamente a su aliando…Marcelo gira su cabeza descubriendo al joven que Priscila no deja de mirar mientras lame su sexo con absoluta destreza…levantándola por los hombros -M- *debería poder mirar algo más interesante* dice lamiendo los labios de ella y metiendo su lengua dentro de la boca de ella notando su propio sabor de la lengua de ella… girándola y empujándola contra la pared del confesionario bajando las braguitas y metiendo su sexo sin permiso dentro del sexo de ella… levantado sus piernas sobre sus caderas… mirando el ahora al joven sonriéndole perversamente…

Cristobalina

sábado, 24 de septiembre de 2011

BELLE GUNNESS

*Arrastrando sentimientos*

BELLE GUNNESS:UNA "AMABLE" ASESINA EN SERIE




La mañana del 28 de abril de 1908 la granja de Belle Gunness comenzó a ser devorada por las llamas de un fuego intencionado. En ella se encontraban Belle, de 48 años, y sus tres hijos: Myrtle y Lucy, que eran adoptadas y tenían 11 y 9 años, respectivamente, y Phillip, de 5 años, que era su hijo biológico.




Phillip Gunness




Myrtle y Lucy

El peón agrícola Joe Maxson trató de salvar a la madre y a sus hijos, pero no los encontró ni respondieron a sus gritos. Dos vecinos, Clifford y Humphrey, acudieron a ayudarlo. Humphrey encontró una escalera cerca del granero y la colocó contra las paredes exteriores. Subió por ella y miró detenidamente en varias ventanas, pero no vio señales de vida. La puerta de entrada estaba cerrada y no podían abrirla. Los vecinos fueron acudiendo e intentando ayudar hasta que se hizo evidente que nadie podía permanecer con vida dentro de la bola de fuego en la que se había convertido el hogar de los Gunness.

Los vecinos de La Porte, Indiana, se compadecieron del triste final de la pobre viuda, una mujer de origen noruego que se había ganado el respeto de la comunidad por lo que creían frecuentes y fortuitas desgracias personales. Admiraban su fortaleza de espíritu, su amabilidad y su aspecto. Belle tenía el pelo rubio, unos bonitos ojos azules y, aunque le sobraba algo de peso (tenía 1.83 m. de altura y pesaba 91 kilos), su apretado corsé la proporcionaba una figura muy atractiva. Los hombres volvían la cabeza para observar a aquella mujer diferente a las demás que personificaba el glamour y el sex-appeal.

Los periódicos Herald y Argus cubrieron extensamente la noticia. Lo más asombroso era que el cadáver de Bella apareció sin cabeza. Para todo el mundo, el sherif Smutzer, los tribunales e incluso los pobladores, no había duda de que se trataba de un asesinato y que la víctima era la pobre viuda y sus pequeños hijos.

Sin embargo, la explicación de lo ocurrido no iba a ser tan sencilla. Belle Gunness encerraba muchos secretos: una terrible vida llena de los crímenes más despiadados. Como muchos otros psicópatas, sabía mostrarse como una mujer amable y encantadora, alguien aparentemente inofensivo que, sin embargo, podía matar sin piedad y sin remordimientos a todos aquellos que se interpusieran en sus planes o que tuviesen algo que ella deseaba.

Bella Poulsdatter nació en 1859 en Trondhjeim, Noruega. Con 24 años decidió seguir los pasos de su hermana Anna, que vivía en Estados Unidos, y buscar una vida mejor embarcando hacia el Nuevo Mundo. En Chicago conoció a su primer marido, Mads Sorenson, un hombre conservador, deseoso de formar una familia. No pudieron concebir hijos de modo que decidieron adoptar tres niñas: Jennie, Myrtle y Lucy.

Los vecinos consideraban a los Sorenson una familia feliz. Belle era una mujer discreta y callada. Lo único llamativo es que tuvieron la mala suerte de que su casa y su pequeño negocio se quemasen, quedando milagrosamente sus residentes a salvo. La tienda, que sólo ocasionaba pérdidas, proporcionó una buena ganancia cuando se cobró el seguro.

En 1900 murió de repente Mads. El certificado de defunción determinó que el fallecimiento se había debido a un ataque al corazón. Belle cobró dos pólizas de seguro de vida, por la muerte de Mads, de casi 8.000 dólares, una enorme suma en aquellos tiempos.

Belle se trasladó a La Porte, Indiana. Empleó el dinero del seguro en una granja. Se trataba de una casa de mala reputación que había caído en el abandono desde que su madame, Mattie Altie, falleciese. El edificio, de ladrillo rojo, tenía seis dormitorios y dos plantas de altura, con un huerto en un lado y un pantano y bosques, por el otro. Los vecinos acogieron muy bien a aquella mujer que transformó el odiado negocio en un confortable hogar para ella y sus hijas.

Al poco tiempo, Belle contrajo un nuevo matrimonio. Su marido, Peter Gunness, era alto y bien parecido. En el invierno de 1900, la hija de Belle, Jennie, oyó a su madre gritar. Corrió a su habitación, en el piso superior, y encontró a su padrastro Peter gravemente herido. Su madre, llorando y gritando, le comentó que el gran triturador de carne de hierro se había caído en la cabeza de Peter. Murió antes de la salida del sol.

Emil Greening, hijo de un vecino, comenzó a interesarse por Jennie, que se había convertido en una jovencita muy atractiva. De repente, la chica desapareció, sin despedirse de él. Belle le dijo que se fue a estudiar a la Universidad en San Francisco.




Jennie, hija adoptiva de Belle

Después apareció en la vida de Belle un hombre llamado Ray Lamphere. Era un carpintero de 30 años que Belle decidió contratar para que le ayudase en la granja en la primavera de 1907. Fue a vivir a la granja y pronto se convirtió en su amante. Lamphere presumía ante sus amigos de que la había seducido y mostraba con orgullo los regalos que ella le había dado: el reloj, el chaleco, el sombrero de castor o las botas de cuero.





Ray Lamphere

Sin embargo, en las Navidades de 1907, Belle apareció en La Porte con un nuevo hombre que, como la mayoría de las anteriores parejas, parecía surgir de la nada. Todos los vecinos, y sobre todo Lamphere, se soprendieron cuando se enteraron de que pensaban contraer matrimonio.

Los pobladores lo definían como “un gran sueco”. Se llamaba Andrew Helgelein, un hombre feliz, amable y simpático, que se detuvo en el banco de la ciudad para retirar la totalidad de sus fondos de otro banco en Dakota del Sur. Comentó a la cajera que él y Belle iban a casarse.

Esa noche, Belle ordenó a Ray Lamphere que abandonase la granja. Lamphere se marchó llenó de ira.




Andrew Helgelein

Una semana después, Helgelein había desaparecido. Belle lloró y se desahogó con sus vecinos diciéndoles que no sabía cuándo iba a aprender: “¿Qué hago mal para que todos estos hombres se aprovechen de mí?”. Lamphere se negó a volver y ayudarla en la granja.

Para ayudarla con la cosecha de primavera, Belle contrató a Joe Maxson. Parece que con este empleado no mantuvo relaciones sexuales. Cuando terminaba su trabajo, mucho después de la puesta del sol, Maxson disfrutaba de la acogedora sala de estar de Belle, leía el periódico y tocaba su violín. Con esta música entretenía a los niños de la viuda.




Joe Maxson




Hubo una época tranquila en la vida de Belle pero pronto el celoso amante Lamphere comenzó a amenazarla, lo que la obligó a denunciarlo. Fue detenido una y otra vez, pero Lamphere seguía acosándola a distancia.

El 27 de abril de 1908, Belle visitó un abogado para hacer su testamento. Le dijo al abogado que ella temía que Lamphere acabara con su vida y, en concreto, creía que podía una noche quemar su casa. Decidió dejar sus propiedades a sus hijos o, en caso de su muerte, al orfanato Orphan’s Home. El abogado le indicó que ese no era el nombre oficial del orfanato y que necesitaba un día o dos para conseguir el verdadero nombre. Sin embargo, Belle le dijo con desesperación: “¡No hay tiempo para esperar!”. Con un suspiro, el abogado consintió hacer el testamento y colocó su nombre en la parte inferior del documento junto a la de Belle.




Tras el incendio, Ray Lamphere, que fue encontrado cerca de la granja, admitió que vio el fuego pero que no se había sentido obligado para advertir a nadie. Se convirtió en el principal sospechoso y fue detenido.

Durante el juicio empezaron a surgir muchas preguntas: ¿Por qué tantos pretendientes de Belle habían llegado a la ciudad y habían desaparecido dejando atrás sus pertenencias personales? ¿Dónde estaba Jennie, la hija? ¿Por qué en el colegio en el que se supone que había asistido en San Francisco no tenían constancia de ella? ¿Cómo no había aparecido para reclamar su herencia?

Para encontrar las respuestas se comenzó a excavar en los escombros de la granja. Los resultados fueron sorprendentes y terribles. Apareció una caja torácica humana; un brazo esquelético; un esqueleto completo, varios relojes de hombre… El sherif Al Smutzer intentó que no trascendieran estas noticias para que no se perturbase la paz y la tranquilidad de su ciudad y contrató a Joe Maxson y Daniel Hutson para que cavasen con discreción.

Sin embargo, todo el mundo estaba interesado en las excavaciones y resultaba imposible ocultar lo que estaba ocurriendo.




En mayo, el hermano de Andrew Helgelein, el “gran sueco” de Dakota del Sur, se presentó en la oficina del juez. Este hombre, llamado Asle Helgelein, había sabido que Andrew llegó a La Porte en enero de 1908 a retirar sus ahorros del Banco de Dakota del Sur “con Belle a su lado”. Cuando leyó en los periódicos el suceso de Belle Gunness decidió que debía investigar qué había ocurrido con su hermano.




Asle Helgelein

Explicó que su hermano Andrew contactó con Belle a través de la columna de El Skandinaven, donde las mujeres inmigrantes escribían para encontrar marido. En sus cartas, Belle se presentó como “una buena mujer noruega” que deseaba un fiel marido, amante y proveedor para ella y su familia. Su preocupación por la cuestión monetaria no ofrecía ninguna duda. Ella escribió en una de sus cartas que no enviase dinero en efectivo a través de un banco sino que llevase sus fondos cosidos en el interior de su ropa interior y que no comentase a nadie nada, “ni siquiera a su pariente más próximo. Que esto sea un secreto entre nosotros dos y nadie más. Probablemente habrá otros muchos más secretos, ¿no le parece?”

El sherif Smutzer creyó que Asle exageraba. Sin embargo, éste, enterado de que se estaba excavando en la granja y que habían aparecido relojes y otros objetos, quiso averiguar si alguno pertenecía a su hermano.

Asle se presentó a Joe Maxson y Daniel Hutson y se ofreció a ayudarlos a cavar. Fueron extrayendo botas, cajas de basura y otros objetos, pero llegó un momento en que el olor se hizo extremadamente nauseabundo. De repente vieron un brazo humano y después los restos de lo que había sido una vez un hombre. Asle dijo: “Ese es mi hermano!”. El cuerpo se encontraba troceado. Se habían cortado las piernas, los brazos, la cabeza…




Cadáver de Andrew Helgelein

Antes de que terminase el día se desenterraron otros cuatro cuerpos: dos hombres y dos mujeres. De las dos mujeres, una era, obviamente, Jennie. La pobre chica no se fue a estudiar, como Belle había difundido, sino que fue asesinada por su madre.

Los habitantes de La Porte no podían creer que la amable Belle Gunness, de la que todos se compadecían, fuese una fría asesina. El sherif Smutzer ya no podía ocultar la verdad y la tranquila ciudad se convirtió, de la noche a la mañana, en un lugar repleto de medios de comunicación y de curiosos.

Pronto comenzó a asociarse a Belle la desaparición de hombres que habían contactado con ella. Por ejemplo, Ole Budsberg, que, acompañado de Belle, sacó del banco 1.800 dólares, el 26 de abril de 1907. Después, nadie volvió a verlo.

Un vecino de Belle recordó que un tal Henry Gurholt trabajaba para Belle en la granja en la primavera de 1905 y que en agosto la viuda le pidió ayuda porque Henry la había abandonado para ir con un comerciante de caballos.

Los cuerpos de estos dos desaparecidos se encontraron en la granja y otros muchos más. Todos los cadáveres se encontraban desmembrados. Aparecieron también los zapatos de una mujer y un bolso, que debieron pertenecer a la mujer no identificada que se descubrió anteriormente. Resultó especialmente duro el descubrimiento de los restos mortales de un niño de corta edad.




Excavando en el sótano de la granja

Comenzó a cuestionarse que los dos maridos de Belle muriesen de forma natural. Un médico llamado J. B. Miller de Chicago afirmó que Mads mostró todas las señales de envenenamiento por estricnina. Sin embargo, los superiores de Miller quisieron ahorrarle a la viuda un dolor innecesario, ya que era un caso perdido, y, después de todo, se trataba de un hombre que estaba sometido a un tratamiento para una enfermedad del corazón. Sin embargo, el Dr. Miller pensó que, en aquel momento, no se tuvo en cuenta las dos pólizas de seguros que beneficiaban a su mujer. También le resultó sospecho que Belle, que se mostró muy llorosa y afligida, estuviera absolutamente en contra de realizar la autopsia a su marido.

Tampoco se investigó la muerte de su segundo marido, Peter Gunness. A pesar de que resultaba inexplicable la forma en la que el triturador de carne se cayó sobre su cabeza, en la audiencia, Belle representó su papel de mártir y todos la creyeron. El sheriff no estaba satisfecho y preguntó a la hija, Jennie acerca de cómo era la relación entre su madre y su padrastro. Sus respuestas indicaban que era más probable el asesinato que la muerte accidental. Sin embargo, ésta fue la que finalmente se sostuvo. Una vez más, Belle salía indemne de sus crímenes.

Incluso la pequeña Myrtle, sólo una semana antes de que la familia muriese en el incendio, susurró a una compañera del colegio que su papá había muerto porque su mamá le había golpeado en la cabeza, y añadió: “No se lo digas a un alma”.

Pero, después del incendio, en mayo de 1908, los secretos de Belle comenzaron a desvelarse. No obstante, había muchas cuestiones que no era fácil resolver.

Ray Lamphere fue, sin duda el cabeza de turco del proceso. Había sido un amante celoso, que la intimidó y amanazó. Pero la defensa de Lamphere se basaba en que hasta que no se demostrara que la mujer sin cabeza era Belle, podía plantearse como algo creíble que esta mujer sin escrúpulos matara a sus hijos, dejase el cuerpo de otra en su lugar, cortándole la cabeza para que no pudiera identificarse, y escapara de allí.

La cabeza no apareció. Sin embargo, el dentista de Gunness, Ira Norton, ofreció una valiosa información. Dijo que si encontrasen entre los escombros la dentadura postiza de Belle él podía identificarla. Le había hecho, el otoño pasado, un juego de seis dientes de porcelana apoyados en oro.

El domingo, 12 de mayo, localizaron la dentadura de Belle. Se creyó que este hallazgo demostraba la muerte de la mujer (aunque, realmente, pudo ella dejarla intencionadamente allí) y, el 22 de mayo, el jurado de acusación procesó a Ray Lamphere de incendio intencionado y de asesinato de la familia Gunness.

Sin embargo, muchos creían que Belle seguía viva. Entre ellos se encontraba Joe Maxson, su último peón agrícola. Maxson le comentó a su hermana que estaba seguro de la noche del incendio Belle entró en su dormitorio. La encontró de pie, al lado de su cama, mirándolo. Él se incorporó alarmado y ella le dijo: “Sólo quería ver si usted estaba dormido”. Ella salió silenciosamente de su cuarto pero, a pesar de estar casi dormido, le pareció ver un martillo ocultado en los pliegues de su falda. Parece que Maxson escapó de la muerte por muy poco.

El abogado defensor de Ray Lamphere fue Wirt Worden, la acusación estuvo representada por Ralph Smith.




Ray Lamphere (a la derecha) y su abogado, Wirt Worden

Worden demostró que Belle el sábado por la tarde antes del incendio fue vista conduciendo su coche con una extraña mujer, no tan robusta como la viuda. La descripción de esta misteriosa mujer apoyaba el testimonio del forense, el Doctor Gray, que, durante la autopsia, estimó que la víctima decapitada había pesado, antes del encogimiento de fuego, unos 36 kilos menos que la noruega.

La defensa también se apoyó en el testimonio de un vecino que vio el 9 de julio a Belle con un hombre. Belle tenía un sombrero amplio, con un velo negro que le llegaba hasta la barbilla y un velo blanco sobre éste. Cuando vieron que este vecino había reparado en ellos, escaparon de él. También las hijas del testigo vieron a la pareja. Cuando Belle vio que los observaban, volvió la cabeza. Sin duda, este hombre podía ser un cómplice de la viuda, que ella quería ocultar de la vista de los curiosos.

Worden, a través de sus testigos y de su brillante defensa, logró convencer a los miembros del jurado de que existían dudas razonables acerca de la culpabilidad de Lamphere respecto de los crímenes. Sólo fue declarado “culpable de incendio intencionado”. El abogado consiguió que en lugar de la horca fuese condenado a prisión.

Para Worden, Belle se asustó cuando tuvo noticias del hermano de Helgelein, que iba a visitarla para preguntar por Andrew. Durante la tarde antes del asesinato, Belle compró una cantidad grande de queroseno y el contenedor que ella tenía fue encontrado en el sótano y no en el lugar habitual donde ella lo guardaba. También el método empleado para acabar con la vida de sus tres hijos y de la mujer decapitada era el que Belle solía emplear. Se encontraron restos de estricnina en los estómagos de, al menos, tres de los cuerpos quemados en el fuego. Worden demostró que no sólo ella tenía un motivo para asesinar sino que siguió su método acostumbrado. Por otra parte, no había ninguna indicación de que Belle tuviera un carácter suicida.

Ray Lamphere fue condenado a 5.000 dólares de multa y a prisión (de 2 a 21 años) en la cárcel estatal de Michigan. Pero, su permanencia allí fue breve. Contrajo tuberculosis y murió un año más tarde, el 30 de diciembre de 1909. Falleció, ictérico, débil y obsesionado con Belle Gunness. También Ray fue una víctima de la viuda.

Harry Myers, su compañero de celda, comentó que Ray repetía el nombre de Belle a diario y que estaba seguro de que había escapado. Le dijo que ella tenía una cicatriz grande sobre su muslo izquierdo pero que aquel cuerpo que fue quemado no la tenía. Además afirmó que conocía a Belle y que sabía que no había muerto.

Belle se convirtió en una leyenda durante décadas y muchos afirmaron haberla visto en diferentes ciudades como San Francisco, Chicago, Nueva York o Los Ángeles. En algunas fuentes consultadas se sostiene que finalmente llegó a demostrarse que el cuerpo calcinado y decapitado pertenecía a Belle. Otras, sin embargo, mantienen que no existen pruebas concluyentes para afirmarlo.

En 1931 una anciana, conocida como Esther Carlson, fue detenida en Los Ángeles por envenenar a un hombre para conseguir su dinero. Dos personas que conocían a Belle sostuvieron que se trataba sin duda de ella, pero existieron dudas acerca de la veracidad de esas identificaciones. Esther Carlson murió esperando que se celebrase el juicio.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Man Ray

*Arrastrando sentimientos*



Toda la obra fotográfica de Man Ray puede definirse como fascinante y desconcertante a la vez.
Una imparable mezcla de invención, juego y goce.

No es difícil imaginar a Man Ray divirtiéndose realmente cuando fotografiaba, ya fuese con ese afán de alquimista en el que consistían sus rayogramas (fotografía sin cámara) o en esos desnudos fetichistas solarizados.

La fotografía se convierte en un mero pincel al servicio de su búsqueda de la belleza en lo cotidiano.
'Hay tantas maravillas en un vaso de vino como en el fondo del mar', que le dedicaría Paul Eluard.

Trata, como si fuese un pionero, de descubrir nuevos caminos en el mundo del arte, y tanto, que ha sido él, pintor, el máximo responsable de que la fotografía sea considerada como una de las bellas artes.

Intuitivo y emocional su obra se reparte entre bodegones y naturalezas muertas por un lado y retratos -de los personajes más significativos de la época que le tocó vivir- y desnudos protagonizados por mujeres fatales por otro.

Retratos que aparte de su valor documental, son concebidos como una reflexión cercana a lo psicológico del personaje, acentuando su tratamiento formal para acercarse a él.

Sus objetos, en los que podemos incluir los rayogramas, con composiciones muy estudiadas, transcienden de lo cotidiano para tomar vida propia y formar parte de un mundo onírico, en el más puro estilo surrealista, en el que las cosas no son lo que son. No se trata de fotografiar la realidad sino de recrearla.

Desnudos, casi teatrales, que nos presentan, en perfecto equilibrio, a mujeres llenas de atractivo sexual, pero que entran a formar parte de un juego compositivo.

Fotógrafo enigmático desde su nacimiento, no se sabe muy bien su apellido, hasta su muerte, ya que por su expreso deseo no se puede publicar su epitafio.
Para conocerlo deberemos viajar a París y en el cementerio de Montparnasse, aclarar el misterio.
En definitiva un fotógrafo peculiar. Trabajador incansable e inquieto, que ha dejado su influencia hasta nuestros días.
De ello tenemos un ejemplo cercano en el fotógrafo madrileño Chema Madoz.
















Donde la noche te lleve

*Arrastrando sentimientos*

Donde la noche te lleve

De nuevo la vida lo había llevado hasta Madrid…caminaba con frio en sus huesos…abstraído y solo un sentimiento recorriendo la fina línea de su espalda…-tristeza-…con paso lento por una calle pequeña…oscura e irónicamente solitaria en una ciudad que apenas acierta a dormir…sus ojos recorrían la calle de un lado a otro con las manos metidas en los bolsillos y una cristalina capa cubriendo sus ojos que apenas lo dejaban ver…hasta dejarse caer en una esquina que daba a un pequeño callejón… *o´clock* pudo leer y pensar en letras de neón color azul intenso….no podría decir porque pero sus pasos instintivamente lo llevaron hasta allí….empujando la puerta de madera que a duras penas se sostenía aun sobre las bisagras…podía notar la humedad de esta sobre la yema de sus dedos mientras la empujaba….la oscuridad del local le impacto…no es algo a lo que estuviera acostumbrado…pero sus ojos se hicieron poco a poco y pudo vislumbrar ayudado por las escasas luces rojas y amarillo tenue que se repartían por el local como la gente conversaban sentadas en pequeñas mesas de madera redondas ayudándose de esta conversación con algunas copas de alcohol…nada le pareció distinto al resto excepto la iluminación…buen ambiente…buena música…pensaba mientras bajaba las escaleras acariciando la barandilla de metal color verde que apenas podía distinguir….hasta el piso de abajo…delante de el un pasillo…lleno de baños sin sexo definido…miraba cada puerta mientras caminaba despacio… delante de cada una de ellas…solo el nombre escrito en letras irregulares amarillas en cada una de las puertas fue el indicativo de estar delante de cuartos de aseo…*baños distintos al resto* pensaba frunciendo el ceño empujando una de las puertas sintiendo un escalofrío que no supo acertar de donde venia recorriendo todo su cuerpo…intenso frio al entrar….y calor sofocante al cerrarse la puerta justo detrás de el…un cubículo no más grande que su propio cuerpo y solo un wáter delante de el…paredes de madera y extinto de techo…a ambos lados de cada pared…un no tan pequeño agujero a la altura de su cintura…nadie tuvo que explicarle donde se encontraba….había escuchado y leído mucho sobre el pasillo francés…y una sonrisa picarona se pronuncio sobre sus mejillas…sorprendiéndose gratamente de que la noche lo hubiera llevado hasta allí…acaricia la pared de madera astillada alrededor del agujero clavando una de ellas rodillas en el suelo..mirando cuidadosamente por el agujero por el que solo puede ver un par de piernas largas y esbeltas embutidas en unas delicadas medias oscuras con una fina línea de encaje negro que recorre en su imaginación desde el tobillo hasta su cintura… puede ver desde donde esta incluso a través de las medias la suavidad de la piel de la chica….levantándose del suelo…metiendo uno de sus dedos dentro del agujero que sale al baño contiguo….nunca ha estado en una situación similar pero sabe cómo actuar…su dedo se mueve haciéndole una indicación clara a la chica de acercamiento… el escucha acercarse a la pared… los tacones que imagina de cuero negros y extremadamente altos en perfecta armonía con el resto de lo poco que acaba de ver…bajando su pantalón hasta las rodillas… masajeándose su sexo con tres de sus dedos que ha mojado lamiéndolos con su lengua….gimiendo levemente mientras su otra mano se apoya en la pared de madera del baño…puede sentir la respiración de la chica a través del agujero justo antes de meter su sexo dentro de el…dejando ambas manos sobre la pared por encima de su cabeza….nota como la punta de la lengua de ella roza su glande con absoluto cuidado…solo rozándolo…lamiéndolo alrededor..mientras una de sus manos acarician el resto de sus sexo con la yema de sus dedos…la cabeza de él se deja ir en un dulce espasmo contra la pared dejando la frente sobre esta….al sentir como la chica introduce su sexo completamente dentro de su boca….sus labios rozan el sexo de él desde la base hasta el glande y puede notar cada imperfección del labio de ella…sus dientes acarician delicadamente su sexo sin morderlo…y su lengua juega con su sexo teniéndola completamente dentro de su boca….lamiéndola al completo antes de sacarla…una de sus manos le da suaves masajes circulares mientras su lengua acaricia suavemente sus testículos metiéndoselos después en la boca…y los gemidos de él salen recorriendo de un extremo a otro el pasillo del bar…..siente la respiración de ella sobre su sexo casi helada…justo antes de notar el calor húmedo de las paredes de su boca suaves…y a la vez rugosas….prietas sobre su sexo….moverse delicadamente de arriba hacia abajo…y sus dedos casi vibrantes sobre sus testículos….sus uñas se clavan sobre la madera…y se deja ir en rio sobre lo que nota el cuello de la chica….sin poder evitarlo…dejando escapar un gemido animal…y un golpe sobre la pared….sacando después su sexo que mete de nuevo dentro del pantalón…mira fijamente la pared…como si pudiera atravesarla y ver los ojos que imagina demasiado oscuros incluso perdidos de alguien quizás mayor para ese tipo de ropa…empujando la puerta y acariciando la contigua donde esta ella..subiendo a la planta de arriba que ya con los ojos acostumbrados puede ver el ambiente que comprende asintiendo con la cabeza… viciado…sentándose en uno de los taburetes frente a la barra…*un whisky seco por favor* pide al camarero casi en un susurro al que el camarero está acostumbrado… sintiendo unas manos sobre sus hombros… *me invitas?* susurran a su oído sentándose a su lado sin esperar respuesta….* eres nuevo por aquí verdad?*…le preguntan con una voz tan dulce y joven que no parece pegar con el resto de lo que sus ojos pueden ver… *creo que llegue por casualidad*…dice negando con la cabeza acariciando el borde del vaso clavando sus ojos en el resto de la chica…vaqueros absolutamente informales…converse…camiseta de Mick jagger…pelo color azul en una coleta tremendamente desecha…mochila a la espalda *C*…*piensas invitarme o quizás es el momento de irme a mi casa?*…dice mientras se acerca a él dejando caer su mano sobre una de sus piernas…*E*…*claro….lo mismo que yo debo imaginar* dice mirando como ella asiente con la cabeza…haciéndole después una señal al camarero para una nueva ronda…****de pronto siente las manos de la chica sobre sus hombros desnudos y solo puede ver el solitario callejón de la parte de atrás del bar…su camiseta tirada en el suelo…y la lengua de ella jugando con uno de sus pezones..su mente se pierde en la última copa que pidió al camarero…y sus manos bajan por la cintura de la chica olvidandose del resto….empujándola contra la pared..desabotonando el pantalón de ella…con una de sus manos mientras la otra sube uno de los brazos de ella por encima de su cabeza…empujándola fuertemente contra la pared…bajando ya el pantalón hasta el suelo y apartándolo con uno de sus pies…sorprendiéndose de lo que ven sus ojos…*medias oscuras con una fina línea negra de encaje en el medio*…sus ojos se oscurecen de pronto y su sonrisa se vuelve temerosamente perversa….sacando la camiseta de la chica por la cabeza…y metiendo uno de sus pecho en su boca con el sujetador aun puesto…lame su estomago bajando hasta clavar sus rodillas en el suelo…bajando con sus dientes las medias por debajo de las rodillas de la chica..y apartando con uno de sus dedos la ropa interior…mete su lengua dentro del sexo de ella….lamiéndolo sin compasión escuchando los gemidos de ella que le resultan maravillosos…sacando la lengua para lamer su clítoris metiendo dos de sus dedos de una sola vez….moviéndolos una vez dentro…notando el calor intenso de la chica….como su piel se amolda a sus dedos….y muerde su ingle mientras no deja de masajearla….metiendo otro dedo mas….sacándolos después y lamiéndolos con pasión el mismo…..notando el sabor de la chica…levantándose y metiendo los dedos en la boca de ella…que lo mira fijamente…riendo y lamiendo los dedos con la punta de su lengua…mientras gime….apartando ella misma las medias y la ropa interior….hasta estar todo en el suelo….metiendo ella sus manos dentro del pantalón de él aun sin desabrochar y tocando el sexo de el por dentro de la ropa interior…con suavidad…sacando después sus manos….para desabotonar el pantalón y bajarlo junto con la ropa interior hasta los tobillos…ella arrastra su espalda por la pared hasta estar en cuclillas delante del sexo de él…oliéndolo…*c*…*eres tú?* dice mirándolo fijamente desde esa posición…*nunca olvido un olor…y el tuyo es especial* dice justo antes de meterse el sexo de él en la boca…y lamerlo con su lengua dentro de ella….sacándolo y lamiendo desde la base del sexo de él subiendo por su pecho hasta llegar a su cuello mordiéndolo fuertemente….el la empuja fuertemente contra la pared…subiendo sus piernas sobre sus caderas y apretando las manos de ella tan fuerte contra la pared que ella siente la rugosidad de esta dañándola….metiendo su sexo dentro del de ella….notando el calor alrededor de su sexo…entrando y saliendo dentro de ella…agarrándola por los glúteos y tirándola al suelo sin salir de dentro…mordiendo su cuello hasta dejar una clara marca de sus dientes…empujándola tan fuerte que la espalda de ella se eleva del suelo con cada embestida…los dedos de ella se entrelazan en los pelos de él tirando con fuerza y sus quejidos se escuchan por toda la calle…la mano de el tira de la de ella…arrancándola de sus pelos…mordiendo los labios de ella en síntoma de queja…las piernas de ella se entrelazan en la cintura de él empujándolo a él sobre el asfalto estando ella ahora encima….arañando sus hombros y moviéndose encima de este clavando sus rodillas en el suelo al hacerlo….*yo siempre mando* dice mirándolo fijamente a los ojos…bajando el ritmo del movimiento sobre el sexo de él…metiendo una de sus manos sobre su sexo…acariciando ella misma su clítoris…mientras no deja de moverse sobre el….dejando escapar suaves gemidos que controla al hacerlo….clavando las uñas de su otra mano sobre la muñeca de él….

doloroso placer

*Arrastrando sentimientos*

El mete su sexo dentro del de ella …*mas fuerte* grita ella mirándolo fijamente a los ojos agarrando fuertemente uno de sus hombros…-el-*mas fuerte?* dice el propinándole una bofetada que deja sus dedos marcados en su mejilla…-ella- * mas fuerte* dice de nuevo ella sin dejar de mirarlo y moviendo su cuerpo sobre el colchon desecho con el sexo de el dentro de ella que la empuja fuertemente sobre la cama…-el- *por supuesto* dice el de nuevo propinándole una nueva hostia que hace que ella gire su cabeza hacia un llado por la fuerza…las manos de el se deslizan por las muñecas de ella sujetándolas sobre la almohada…-el- *date la vuelta* dice susurrándoselo delante de sus labios…con frialdad en los ojos…saliendo después absolutamente despacio de sus sexo…cogiendo a ella de la cintura y ayudándola a girarse sobre la cama con brusquedad…ella se pone de rodillas sobre esta sintiendo los muelles bajo sus rodillas…el arrastra el cuerpo de ella por las caderas hasta su sexo metiendo este dentro del ano de ella con brutalidad…acercando sus labios a su oído…-el- *suficientemente fuerte?...linda?* dice con un deje de sadismo que ralla la crueldad….ella grita sintiendo un punzante dolor…que la invade y la llena de placer al mismo tiempo soltando una risotada después…-ella- *nunca es suficiente* dice negando con la cabeza….arrugando las sabanas entre sus dedos….el pasa el filo de una navaja que tiene en el bolsillo de su pantalón aun sin quitar por el costado de la chica..haciendo un largo y fino corte….que gotea sobre las sabanas impolutamente blancas…pasando después su mano por la herida…limpiando la sangre que lleva hasta su espalda….tiñiendola de rojo…lamiéndola con su lengua….-el- *es esto suficiente?*…ella muerde su labio con fuerza dejando salir un gemido entre sus dientes…-ella-..*eso solo es un comienzo* dice entre risas y gemidos… llevando su propia mano hasta su propio sexo acariciando con su dedo su clítoris…sintiendo el dolor del sexo de el dentro de su ano que lo llena…y su dedo sobre su clítoris…el arranca la mano de ella de su sexo…-el- *nadie te da placer excepto yo* dice el con absoluta seriedad…pasando ahora el filo de navaja fría por el clítoris de la chica…-el- *y ahora es el momento del dolor…*

Cristobalina poe

Todo en una noche....parte X

*Arrastrando sentimientos*
X

Me aparto de ti solo por un breve instante….
Para coger el preservativo de mi bolso…
Y desprenderme del pantalón...
Que aun separa nuestros cuerpos…
Veo como me miras con impaciencia…
Mientras lo abro…
Me siento sobre tus piernas…
Y te masturbo…
Despacio…
La beso…
La lamo…
Te la chupo…
Lentamente…
Hasta notarla dura…
Te lo pongo al fin…
Y me siento sobre ti…
Solo puedo dar un alarido de profundo placer…
Al sentir que estas dentro de mi…
Apoyo mis manos en tus hombros…
Esta vez para ayudar en el movimiento…
Clavo mis uñas en tu piel…
Me muevo incesantemente sobre ti…
Encima de ti…
Metiéndola y sacándola dentro y fuera de mí…
Haciendo que tú y yo seamos uno…
Una y otra vez….
Gemimos a casi al unísono…
Y creo que no notas ni el dolor…
Que te deberían de causar mis uñas clavadas en tu piel…
Deslizo mis manos por tus hombros...
Por tus brazos…
Hasta llegar a tus manos…
Y las agarro…
Se me eriza la piel…
Las gotas de sudor caen sobre mis pechos…
Cada vez estas mas dentro de mi…
Y siento una explosión de extenuante placer…
Dejo caer mi cabeza sobre la tuya…
Mi mente esta en blanco…
Aun así parece que tiene algo que decir…

Cristobalina Poe

Todo en una noche..Parte IX

*Arrastrando sentimientos*
IX

Levanto mi cara…
Y paso mi mano por mi boca…
Aun saboreando parte de ti…
Levanto mis brazos…
Y tiro de tu cuello hacia mí…
Apoyo tu oído contra mi boca…
Para decirte…
¡TE QUIERO DENTRO DE MI!
Y me levanto del borde de la cama…
Me abrazo a ti…
Aun abrazada a tu cuerpo…
Nos damos la vuelta y te tumbo sobre ella…
Aun con mi pantalón puesto…
Y tú desnudo…
Apoyo mis rodillas sobre la cama…
Y me siento sobre ti…
Mis manos están apoyadas en la cama…
A cada lado de tu cuerpo…
Beso tu pecho…
Y me muevo…
Como su ya fuéramos uno…
Escucho como exhalas gritos de placer…
O quizás de desesperación…
Pongo mis manos sobre tus hombros…
Y paro mi movimiento…
Te miro…
Me miras…
Cojo un bote de aceite…
Y me lo unto en las manos…
Te hago un masaje en los hombros mientras tus ojos…
Permanecen clavados en mí…


Cristobalina Poe

Todo en una noche..Parte VIII

*Arrastrando sentimientos*

VIII

Aparto mi boca de tus labios…
Y te miro atentamente…
Veo como tu cabeza se entrega…
Al deseo que estas sintiendo…
Y la dejas caer contra la pared…
Mis dedos en tu pecho…
Mi mano en tu polla…
Y mi aliento en tu cuello…
Así es como lo imagine…
Saco mi mano de tu pantalón…
Y lo agarro por la cintura…
Tiro de el hasta llevarnos sin separarnos….
Juntos hasta el borde de la cama…
Me siento en el…
Estas de pie…
Frente a mi…
Levanto mi cabeza y te miro…
Veo en la oscuridad, me miras…
El brillo de tus ojos me lo hace saber…
Bajo mi cara para dejar un beso sobre tu barriga…
Casi no puedo creer que estés ahí…
Me tiemblan las manos…
Pero no estoy dispuesta a parar…
Y dejo caer tus pantalones…
Tu ropa interior…
Sobre el suelo…
Estas desnudo delante de mi….
Y no puedo evitar soltar una sonrisa picarona…
Me acerco despacio, hasta tu cuerpo…
Y comienzo a lamer tu ombligo…
Bajo saboreando cada parte del camino…
Noto como tu sexo se pone duro…
Al notar como mi lengua se acerca hasta allí…
Y ahora la recorro con ella…
Lamo haciendo círculos…
Masajeándola con mi lengua…
Hasta llegar a la punta…
Y allí dejo caer un beso…
Para abrir mi boca y dejar que tu polla….
Note desde el tronco hasta la punta todos mis dientes…
Pero no aprieto…
Lo hago con dulzura…
Vuelvo a abrir mi boca…
Esta vez para introducirla dentro…
Mi lengua juega con cada parte de tu sexo…
Mientras mi boca la mete y la saca de ella…
Y mis manos dejan tibias caricias por todo tu cuerpo…
Por tus ingles…

Cristobalina Poe

Todo en una noche ...Parte VII

*Arrastrando sentimientos*


PARTE VII.

Te agarro tu mano…
Con la mía…
Y te beso la palma de ella…
Mientras la otra sigue masturbándote…
Masajeando tu sexo…
Duro…
Mojado…
Caliente…
Siente cada parte de el…
Me muevo lentamente muy muy cerca de ti…
Casi pegada a tu pantalón…
Lo que hace que cada vez estés mas caliente…
Me muevo al ritmo de tus dedos…
En mi clítoris...
Y me encanta…
Un gemido sale disparado de mi boca…
Y mi cabeza cae contra tu pecho…
Tu piel contra mi sexo…
Me lleva casi al éxtasis…
Poder escuchar tu aliento…
Tus gemidos…
En mí oído…
Me traslada casi a otro mundo…
Un mundo de intenso calor…
Y mi deseo de ti va cada vez en aumento…
Acerco mis labios a los tuyos…
Y por fin los dejo caer sobre ellos…
Sobre tu boca…
La rozo…
La acaricio con la mía…
Saco mi lengua y mojo cada parte de ellos…
La introduzco dentro de tu boca…
Y juego con tu lengua…
Te beso…
Mientras mi lengua se hace dueña de la tuya…
Por fin siento tus besos…
Por fin se que es besarte…
Por fin…

Cristobalina Poe

todo en una noche...parte VI

*Arrastrando sentimientos*
PARTE VI

Bajo mi mano…
Rebasa el límite, antes imbatible de tu pantalón…
Por debajo de unos finos calzoncillos…
Que puedo intuir bóxer…
Y toco tu sexo…
Duro…
Al acercarme a el…
Tu bello me ha hecho cosquillas…
Y una sonrisa se ha mostrado en mi cara…
Con la cercanita de mi mano hasta tu sexo…
He sentido como todo tu cuerpo ha convulsionado de placer…
La toco…
Masajeándola lentamente…
Para averiguar lo que ya sabía…
Lo que ya me habías contado…
Su tamaño…
Su dureza…
Y me encanta…
Antes de tenerla entre mis manos…
Mis dedos….
Detallan cada vena de tu sexo…
Lo agarro con mi mano para hacer semicírculos con ella…
Te masturbo despacio…
Y te veo morir de deseo…
Hacia fuera…
Hacia dentro…
Aumentando el ritmo…
Haciéndolo más intenso…
Con mi otra mano…
Libero a las tuyas…
Y te llevo una de ellas…
Hasta el interior de mi deseo…
Mi clítoris palpitaba por tu cuerpo...
Mucho antes de tenerte cerca…
Agarro tu dedo y lo llevo hasta mi boca…
Lo chupo…
Y lo meto debajo de mi pantalón…
Debajo de mi ropa interior…
Abro poco a poco mis piernas…
Para que puedas introducir tu dedo…
Sin dificultad…
Y por fin siento tu piel…
Cerca muy cerca de mí…


Cristobalina poe

todo en una noche...parte V

*Arrastrando sentimientos*
PARTE V

Tu cuello es ahora el objeto de mi deseo…
Se alza desnudo ante mí…
Casi puede decirme lo que necesita…
Apoyo mis manos a ambos lados…
Y acerco mis labios hasta el…
Cerca muy cerca…
Dejo salir el aire…de mi boca…
Un soplo de aire caliente…
Que lo roza…
Que lo hace vibrar…
Por fin mi boca toca tu cuello…
Acariciándolo de un lado hacia otro…
Mi lengua juguetona…
Sale y deja su rastro por todo tu cuello…
Siento que mi excitación va en aumento…
Y comienzo a chuparte…
Creo que dejare marcas en tu piel…
Y no consigo parar…
Abro mis ojos que permanecían cerrados…
Solo sintiendo…
Y veo tus orejas…
Das un leve respingo…
Al escuchar, mi pequeña carcajada...
Mis besos suben hasta que tu lóbulo…
Es mío…
Esta dentro de mi boca….
Chupo tu oreja…
Sin que quede hueco por tocar…
Y la mordisqueo hasta creerla dormida…

Cristobalina Poe